De acuerdo al Decreto Supremo N° 3/2010 del Ministerio de Salud, un medicamento falsificado es aquel producto farmacéutico que:

  • No cuenta con registro sanitario (mecanismo para asegurar la calidad, seguridad y eficacia del producto farmacéutico).
  • Es producido o importado por quien no cuenta con autorización para ello, por ejemplo aquellos fabricados en forma doméstica.
  • Haya sido distribuido o vendido en lugares y personas no autorizadas como ferias libres, vía pública, redes sociales, internet, entre otros

 

En caso que quiera informar el almacenamiento, fabricación, distribución o comercialización de un producto farmacéutico falsificado, por favor, utilizar el formulario disponible en la página web del Instituto y entregarlo en oficina de gestión de trámites en Av. Marathon N° 1000, Ñuñoa

En nuestro país contamos con una normativa sanitaria que nos permite llevar adelante una política de combate acorde a los lineamientos internacionales en relación a los medicamentos falsificados.
Algunos ejemplos de exigencias legales en este sentido son:

¿POR QUÉ SON PELIGROSOS?
El uso de medicamentos falsificados constituye un riesgo grave para la salud de la población, ya que puede tratarse de medicamentos:

  • Con los ingredientes incorrectos, por lo tanto podría contener otras sustancias activas que pueden afectar adversamente la salud de las personas.
  • Sin principios activos, es decir, no habrá efecto terapéutico.
  • Con principios activos insuficientes, es decir, no habrá efecto terapéutico o bien no será el apropiado.
  • Con envasado incorrecto, es decir, cuyo envase declare o informe otro producto.
  • Que se desconoce la calidad de los ingredientes y del producto mismo, pudiendo contener productos de degradación o impurezas o contaminantes nocivos para la salud.
  • Que se desconocen las condiciones de fabricación, y por lo tanto, se desconocen las condiciones sanitarias a las que estuvo expuesto el producto.
  • Cuya estabilidad es desconocida, por lo tanto, puede que esté degradado o no apto para el consumo.
  • No ha sido demostrada la calidad, seguridad y eficacia para su uso en pacientes humanos.
  • Se desconocen las condiciones de almacenamiento a las que ha estado sometido el producto.