El Ministro de Salud, Jaime Mañalich, viajó este fin de semana hasta la ciudad de Osorno, Región de Los Lagos, para supervisar el operativo sanitario que se implementó en el Colegio Monseñor Francisco Valdés, tras el fallecimiento de una profesora de ese establecimiento producto de la infección meningocócica por W-135.
La mujer de 60 años falleció el miércoles pasado en una clínica privada y su caso se confirmó el sábado por parte del Instituto de Salud Pública (ISP). A raíz de esta situación la Seremi de Salud de Los Lagos dispuso de un plan preventivo para proteger a la comunidad escolar que estuvo en contacto con la profesora suministrando antibióticos a cerca de 576 personas. Se trata de 516 alumnos y 60 funcionarios de la escuela.
Adicionalmente, se vacunó a profesores y personal administrativo del establecimiento.
En Osorno, el ministro Jaime Mañalich se reunió con equipos del hospital, Servicio de Salud y Seremi de Salud para informar a los padres y profesores de la escuela de lo sucedido y aplicar las medidas de control.
Asimismo, se establecieron las coordinaciones para reforzar la atención de salud en el hospital y consultorios. Hasta este lunes en la mañana 12 niños habían sido internados en el Hospital de Osorno para su evaluación por sospecha de W-135. De ellos, una alumna de ocho años fue ingresada a la Unidad de Paciente Crítico.
A su vez se dispuso adelantar para hoy el inicio de la vacunación al personal de salud contra W-135, que a nivel nacional comienza el 1 de junio.
Nuevos casos
Durante el 2013 se han confirmado 20 contagios por W-135 a nivel país, de los cuales seis han fallecido. Al caso de la docente de Osorno se sumó hoy una mujer de 46 años, quien estuvo internada en el Hospital de Urgencia Asistencia Pública, ex Posta Central.
Esta mañana el ministro de salud indicó que la situación de Osorno ‘‘nos preocupa enormemente por la cantidad de contactos que tenía la persona fallecida’‘. Agregó que al día de ayer domingo, se hospitalizaron 12 niños. Cuatro de ellos venían del colegio Monseñor Valdés. ‘‘Como el tiempo de exposición fue tan prolongado a esta profesora, preferimos actuar de más que de menos’‘.
Agregó que ‘‘esta es una enfermedad muy seria, los niños tienen que vacunarse. En este colegio, a modo de ejemplo, había ocho niños que estando en el grupo objetivo debía haberse vacunado y no lo estaban’‘. Todo niño entre 9 meses y menores de cinco años ‘‘tiene que estar vacunado a la brevedad contra W-135’‘, reiteró el Ministro de Salud.
Consultado por la situación que se produjo en Osorno donde durante el operativo se entregó en medicamentos vencidos, Mañalich explicó que se trató sólo en 27 casos, a los cuales ya se les cambió el tratamiento. En todo caso, aclaró que no existe riesgo para la salud de los niños expuestos a esos remedios. Agregó además que se realiza una investigación sumaria por este hecho.
Campaña de vacunación contra W-135
La campaña de vacunación contra la meningitis por W-135 se realiza en consultorios y jardines infantiles y salas cuna. Ella está dirigida principalmente a los niños mayores de 9 meses y menores de dos años que requieren de una segunda dosis.
¿Por qué hay que vacunar a los niños?
Esta es una enfermedad muy grave. Los cuadros hasta ahora presentados se caracterizan por ser de evolución rápida, que parten con fiebre alta sostenida, diarrea y vómitos y en pocas horas se transforman en una infección generalizada y violenta, conocida como meningococcemia.
Tal como ha ocurrido, se prevé que esta situación pueda agravarse en el invierno. De ahí, la urgencia de actuar en forma preventiva y dejar protegido al segmento de la población más vulnerable.
¿Qué hacer con el resto de la comunidad?
La vacunación es sólo una de las herramientas de prevención de W-135. Y no está recomendada para todas las personas.
La comunidad que está fuera del grupo-objetivo de la vacunación tiene a su alcance otras medidas para reducir el riesgo de contagio tales como:
• Lavarse las manos frecuentemente
• Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar
• Evitar el intercambio de saliva a través de chupetes, mamaderas, juguetes u otros utensilios que los niños se lleven a la boca
• Ventilar las viviendas
fuente: Minsal