En Chile un agua limpia es sinónimo de salud y bienestar. En el sector rural este elemento proveniente de deshielos, de cursos superficiales y de pozos profundos es tratado y distribuido para su uso por los servicios sanitarios rurales. Para asegurar su calidad e inocuidad, el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) vigila y determina, a través de análisis de laboratorio, la calidad de este elemento, tanto para consumo humano como para su uso recreacional.
En la región Metropolitana, el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) junto a la Secretaría Regional Ministerial de Salud vigilaron mediante estudio de laboratorio la calidad del agua cruda que abastecen los Servicios Sanitarios Rurales en la región Metropolitana (SSR). Revisa el “Estudio Análisis de la Calidad del Agua Cruda en Servicios Sanitarios Rurales de la región Metropolitana”, en función de los parámetros establecidos por la normativa vigente (Decreto Supremo Nº735).
Profesionales de ambas instituciones de salud realizaron 18 salidas a terreno a los SSR en el año 2024, correspondientes a 13 comunas de la región Metropolitana, entre ellas: Padre Hurtado, Peñaflor, Melipilla, Paine, Talagante, Curacaví, entre otras. Lo que representa un 77,7% de los SSR catastrados en la región Metropolitana.
Luego de obtener 87 muestras de aguas de pozos que no habían recibido potabilización, el estudio indica que el 96,6% de las muestras cumplen con los parámetros microbiológicos establecidos en el DS Nº735, lo que refleja la calidad intrínseca de las fuentes subterráneas utilizadas en los SSR. Sin embargo, tres muestras (3,4%) presentaron recuentos de coliformes totales y presencia de Escherichia coli, asociadas a precipitaciones intensas, lo que evidencia la vulnerabilidad de las fuentes frente a eventos climáticos extremos y subraya la necesidad de implementar medidas de protección y monitoreo en estas condiciones.
El 31% de las muestras de agua cruda presentaron parámetros fisicoquímicos que excedieron los límites normativos, destacándose la presencia de metales como hierro, manganeso y mercurio, al igual que aniones como nitrato, nitrito y sulfato. Los procesos de potabilización fueron efectivos en su eliminación, ya que dichos contaminantes fueron detectados en agua cruda pero no en agua potable.
No obstante, la persistencia de concentraciones de nitrato por encima de lo permitido en algunos puntos de agua potable resalta la necesidad de optimizar los sistemas de tratamiento en áreas específicas y mantener una vigilancia constante
¿Qué pasa en las regiones?
Durante todo el año el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) en coordinación con la Seremis de Salud del país tiene la capacidad de hacer estudios de laboratorio para determinar la calidad del agua que consumen las personas que habitan los territorios rurales como de quienes, por estas fechas, se desplazan por vacaciones.
El 12 de diciembre de 2024 dos personas se hospitalizaron por insuficiencia renal aguda después de tragar agua durante un entrenamiento de salvavidas en la Playa Grande de Pucón. En coordinación con la seremi de Salud, el ISP reconfirmó como laboratorio ambiental de referencia nacional que, tras analizar 18 muestras, el cuerpo de agua no representaba un peligro para la salud.
La semana pasada la seremi de Salud de Los Lagos prohibió el consumo de agua de una de las captaciones del Agua Potable Rural (APR) de Hornopirén, en Hualaihué, región de Los Lagos, por concentraciones de arsénico. Se registró 0,02 mg/L de arsénico, lo cual supera el valor máximo permitido de 0,01 mg/L, según lo establecido en el DS 735.
En este caso el ISP se coordinó con la Seremi para la implementación de un plan de muestras y geolocalización. De acuerdo a los hallazgos hasta la fecha, el análisis del ISP es que, si bien el valor está sobre la norma, está en un nivel que no representa riesgo para la salud en lo inmediato ni mediano plazo para la salud de las personas.
Como referencia, hasta hace unos años, el límite de seguridad era 50ug/L. La condición de riesgo se puede producir cuando existe un consumo permanente, durante toda la vida de agua con niveles de 10 ug/l de arsénico. En esa condición se ha determinado que podría aumentar el riesgo de cáncer de pulmón o vejiga, particularmente, si, además, las personas fuman.