Para responder esta pregunta, es importante recordar que existen dos tipos de inmunidad, activa y pasiva.

 

Las vacunas generan una inmunidad activa de tipo reactiva, vale decir, su función es estimular al cuerpo humano a generar anticuerpos a partir de su presencia, luego, estos anticuerpos tienen la función de proteger contra la infección. Es importante señalar que, después de su administración, las vacunas normalmente tardan entre 10 días y 2 semanas en proteger eficazmente de la enfermedad. En cuanto a la duración de la protección, las vacunas generalmente proporcionan protección de largo plazo9-11.

 

Los anticuerpos monoclonales, en cambio, generan inmunidad pasiva, dado que no están destinados a activar el proceso inmunológico del cuerpo, sino a proporcionar una defensa que actúa directamente sobre el agente infeccioso, por lo tanto, tienen un inicio de acción más rápido que las vacunas, es decir, son eficaces casi inmediatamente después de la administración, pero, a diferencia de las vacunas, proporcionan protección de corto plazo (1-6 meses)13.


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